Páginas

sábado, 8 de septiembre de 2012

El Dorado

Plaza central de Guatavita
Guatavita es una de las excursións obligadas cuando se visita Bogotá. Ya hace tiempo que tenía ganas de hacer esta escapada (desde que llegué al país), pero como era algo tan cercano y fácil de hacer en calquier momento, pues finalmente se fue posponiendo la cosa hasta have un par de semanas, cuando ya casi se cumplía mi primeir año aquí. 

El cacique de Guatavita
El pueblo de Guatavita es bonito, pero en realidad es "de mentira". El pueblo original se inundó tras la construcción del embalse de Tominé, por lo que el actual es una reconstrucción que sólo cuenta con unas pocas décadas a sus espaldas, así que su arquitectura y espíritu colonial no son más que un decorado.

Caminando hasta los 3.000 metros de altura para ver la laguna
Lo verdaderamente interesante de Guatavita es su laguna, un lugar mágico donde nació un mito universal: la leyenda de El Dorado. En este hermoso lago los muiscas hacían un ritual consistente en tirar oro y esmeraldas en su interior como ofrenda a los dioses. La fama que alcanzó este ritual llegó a oidos de los exploradores españoles recién llegados al continente, de forma que diferentes conquistadores fueron llegando a este lugar en busca de las más inmensas cantidades de oro jamás vistas.

La primera visión de la laguna
Los españois fueron los primeros, pero non los únicos en llegar. La característica común a todos los que se interesaron por El Dorado era la avaricia, avaricia tal que los levó a drenar la laguna hasta casi desecarla. De hecho, la orilla original de la laguna estaba más de 30 metros por encima de lo que está la actual.

Guatavita, un hermoso decorado
La laguna tiene un color verde que varía de intensidad a lo largo del día dependiendo de la claridad y de la posición del sol, pudiendo pasar desde un color verde oscuro a un esmeralda intenso en sólo unos minutos. La importancia simbólica de este lugar sigue atrayendo hoy en día a indígenas de zonas lejanas para hacer sus rituales y peticiones a los dioses (pero no me contsa que sigan tiarndo oro...).

Guatavitaal atardecer
Situado a sólo una hora y media en autobus desde Bogotá (más una hora a pié hasta la laguna), Guatavita es, como decía al principio, una de las excursiones imprescindibles cuando se visita la capital colombiana, con la ventaja de que realmente non es un destino masificado.

La laguna de Guatavita

Unos iluminados meditando delante de la laguna