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martes, 6 de marzo de 2012

El páramo de Sumapaz


Vistas desde el páramo de Sumapaz

Aunque Bogotá no sea la ciudad más bonita del mundo, su ubcación es un auténtico regalo para poder disfrutar de ecosistemas completamente diferentes con solo desplazarse un par de horas en direcciones opuestas.

Si vas "cuesta abajo" por los Andes durante un par de horas te encontrarás en "tierra caliente"; si te desplazas en el mismo plano, puedes irte a un bosque de niebla impresionante como el de Chicaque, que está a un  paso de la ciudad; pero este fin de semana toó desplazarse cuesta arriba, hacia el páramo más grande del mundo: Sumapaz.

Compañeros de excursión

El páramo es un ecosistema de montaña andino que se da entre los 3.000 y los 5.000 metros de altura aproximadamente. A estas alturas desaparecen los bosques y sólo queda vegetación baja, como hierbas, matorrales y "frailejones", una planta típica de estos ecosistemas. 


Bien abrigados por el páramo

Lo que más me gustó de la excursión fue el terreno de transición, cuando todavía había algunos árboles y todo alrededor es de un verde intenso mezclado con tonalidades amarillas. Realmente parecía que estaba paseando por Galicia en un día de otoño. Pero lo más gallego de todo era el clima, fresco y húmedo, con una lluvia intermitente y una niebla constante que nos acompañó durante la mayor parte del recorrido. 

Envueltos en la niebla espesa

La caminata se desarrolló entre los 3.300 y los 3.700 metros de altura, 1.000 metros más alto que Bogotá y tan arriba como el Teide, que es el pico más alto de España. Nuestro guía no dejaba de preguntar si nos mareabamos por el mal de altura, pero finalmente ninguno tuvo ese problema. Habrá que seguir forzando y buscar alturas mayores.

Caminando por una arista

Con toda la niebla que nos rodeaba no pudimos disfrutar de las vistas, que debían ser realmente impresionantes, con lagos formados por antiguos glaciares, montañas afiladas como cuchillos por un lado y suaves colinas en el lado opuesto.

Aun así yo disfruté a fondo de la experiencia. De hecho casi me atrevería a decir que me gustó más sentir la lluvia fina y el viento frío batiéndome en la cara que cualquier vista hermosa que el paisaje me pudiese ofrecer. 



Vegetación típica del páramo

Lo más curioso es que se puede disfrutar de todo esto sin necesidade de salir de Bogotá, porque aunque este sea el páramo más grande del mundo y forme parte de varios departamentos de Colombia, la parte que nosotros recorrimos pertenece al termino municipal de la capital, ¡y eso que nos llevó más de dos horas de autobús llegar hasta allí!


"Frailejón" en flor




Frailejones

Frailejones cubiertos por la niebla

Frailejones camuflados entre la niebla

Frailejón en detalle


La parte baja del páramo estaba un poco máis despejada

Un otoño en Galicia

Caminando hacia el abismo

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